Verano: vacaciones, festivos, noches calurosas... Motivos más que suficiente para poder quedar con los colegas y disfrutar de alguna que otra fiesta estival. ¿Por qué no una fiesta privada? Si entre los amigos hay además de buen rollo gustos similares, el evento puede acabar muy bien...Así ocurrió, por ejemplo, la última vez que unos colegas vinieron a mi casa... El material gráfico que tomamos da buena cuenta de ello. A ver qué os parece ;) ¡Disfrutadlo!
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